sábado, 8 de octubre de 2011

El Sabado y sus divinas maneras de cagarnos la vida

La tarde del Sabado nunca deberia de ser lluviosa, tendria que ser un pecado capital el sabado lluvioso, una anomalia dictada por los dioses o alguna fantasía Maya. El Sabado no merece esa tristeza, y si nos basamos en el Karma, el Sabado nunca nos dio tristezas, y entonces... ¿Porqué le damos esa dosis de Ketamina al Sabado? Y lo hacemos caminar por esa fina línea que divide la tristeza de la lluvia con la alegría de vivir a pleno. ¿Seremos merecedores de lo que obtenemos? ¿Será que mereceremos Sabados lluviosos por nuestra aburrida forma de vivir la vida? O será todo esto causa de lo masoquista que somos y necesitamos bañar todo de tristeza y melancolia solo para encontrarle un valor y significado al arte de vivir?.

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